Desde 1937, en Casa Bader nos comprometemos a ofrecer un entorno social y amigable, donde el buen entretenimiento se une con la responsabilidad y el disfrute saludable de las bebidas alcohólicas.
Casa Bader, un establecimiento familiar que, desde su fundación el 8 de abril de 1939, se ha convertido en un ícono cultural y social de la ciudad y del país. Fundado por los hermanos Bader, Lula y Antonio Fadul (mejor conocido como “Ton Ton”), en lo que fuera su hogar familiar en el sector Los Pepines, este bar ha resistido el paso del tiempo manteniéndose fiel a sus tradiciones.
La frase de sus clientes: un sello de identidad
“Pasar por Santiago y no detenerse en Casa Bader, es no haber estado en esta ciudad”. Esta frase, repetida por generaciones de clientes, ha llevado el nombre de Casa Bader más allá de sus fronteras. Presidentes, artistas, deportistas y figuras internacionales han pisado su histórico suelo: desde Trujillo hasta Vladimir Guerrero, Pedro Martínez y Sammy Sosa; íconos de la música como Juan Luis Guerra, Julio Iglesias y Cheo Feliciano; personalidades como Don Francisco y la exvicepresidenta de EE. UU., Hillary Clinton.
De “Café Las Estrellas” a Casa Bader
El establecimiento, originalmente llamado “Café Las Estrellas”, tuvo que cambiar su nombre tras una orden de Trujillo, quien consideró que el logo con una estrella y cinco puntas solo debía pertenecerle a él como “Generalísimo”. Así, pasó a llamarse Bar El Lido, hasta que en 1974, tras la muerte del hermano mayor, se renombró en honor a la familia Bader.
Innovaciones que marcaron la diferencia
Casa Bader introdujo a Santiago su primer frízer importado de Alemania, revolucionando la forma en que se servían las cervezas. Este gesto marcó el inicio de la tradición de las “cervezas vestidas de novia” —servidas heladas— que aún hoy es uno de sus sellos distintivos. Además, los famosos quipes libaneses, elaborados con la misma receta familiar desde sus inicios, complementan la experiencia gastronómica que Casa Bader ofrece.
Un legado de generaciones
Hoy, bajo la gestión de César Lora Fadul, nieto de Antonio Fadul, y su madre, Oneida Fadul de Lora, Casa Bader se mantiene como un negocio completamente familiar, representando a su tercera generación. “El negocio ha sido una tradición de generación en generación, y aunque hemos trabajado por mejorarlo, la esencia permanece intacta. Quien nos visita después de décadas siente que viaja al pasado”, comenta César.
A pesar de los cambios en el tiempo, la estructura, el ambiente y hasta el icónico frízer alemán continúan siendo parte de la experiencia única que Casa Bader ofrece. Actualmente, el bar cuenta con una selección de 145 tipos de cervezas de todas partes del mundo, consolidándose como un lugar donde la historia y la modernidad convergen.
Tradición, cultura y comunidad
En sus primeros años, Casa Bader era un espacio exclusivamente masculino, una medida adoptada para diferenciarlo de los tres prostíbulos cercanos en la calle Vicente Estrella. Esta política duró 60 años, y no fue hasta 1998 que el bar abrió sus puertas a mujeres, transformándose en un lugar más inclusivo y familiar.
Hoy, Casa Bader sigue siendo un punto de encuentro para disfrutar de la música en vivo, bailar los domingos, saborear los mejores quipes y celebrar la tradición con una fría cerveza en mano. Este negocio, que ha sido testigo de los cambios y transformaciones de Santiago, se mantiene como un símbolo de orgullo para sus habitantes y un destino obligatorio para quienes visitan la ciudad.